Andy Warhol. Estrella Oscura

Exposición en el Jumex

Andy Warhol. Estrella Oscura
"Art is what you can get away with."
Jacky Kennedy by Andy Warhol

Jackie nos observa. Feliz, estoica, desorientada, destrozada. Cuatro perspectivas de una misma mujer, de un mismo personaje, que pese a pertenecer a otro tiempo, a otra época, es posible sentirla muy cercana. Y no sólo eso, lo anterior también es posible pese al artificio: fotografías que retrataban los colores precisos de un día que marcó a la historia se muestran en azules y negros, algún blanco se cuela por accidente.

Esa sensación de cercanía con algo que podría parecer muy lejano por el tiempo, el espacio y un cierto sentido de artificialidad, esa nostalgia, es precisamente lo que permea a Andy Warhol. Estrella Oscura, la más reciente exposición del Museo Jumex.

 

Fotografía: CHMX

Más de cien obras en distintos formatos y de distintas épocas de la trayectoria del artista que, sin duda, se volvería un profeta de nuestros tiempos conforman esta muestra, que estará abierta hasta el 17 de septiembre de este año.

A diferencia de muchos de sus trabajos serigráficos, la nostalgia en esta exposición no es nada accidental. La misión que el curador Douglas Fogle tenía con esta muestra era revisar “la promesa utópica” y el lado oscuro del denominado “siglo americano”, de la cultura mediática y de consumo que tanto apasionaba a Warhol y que acabaría por convertirse en su campo de predicciones.

“Estrella oscura, estrella necesaria”

Esta Estrella Oscura cobra relevancia en muchos sentidos. El primero y más inmediato son las obras: hasta ahora en nuestro país no se había presentado una selección tan vasta del artista. En esta exposición podrán apreciarse desde sus trabajos publicitarios iniciales en la era de los mad men (aquellos diseños para zapatos que John Coplan dijo que era como si Toulouse-Lautrec hubiera diseñado calzado), pasando por su diseño de producto, su serie de Desastres hasta, por supuesto, las icónicas latas de sopa Campbell’s y sus Marilyns. Todo a través de la serigrafía, la pintura, instalaciones, la escultura y el cine.

En un segundo aspecto están las inevitables resonancias con nuestra época. “La adoración se traduce en una especie de consumo. Devoramos y descartamos a los íconos que amamos a través de un ambiente mediático”, declaró Fogle. Y es que en la era de la selfie, del encumbramiento de aquellos que logran amasar millones de seguidores en redes sociales y de la fama repentina o accidental, los retratos reproducidos ad nauseam, no sólo de celebridades como Elizabeth Taylor, Elvis Presley o la Monroe, sino de convictos o de Warhol mismo (quien creía que al hacer su autorretrato forjaba su propio estatus de celebridad) nos demuestran que pese al tiempo seguimos hambrientos de esa cultura de la celebridad, seguimos siendo, en palabras de Fogle “caníbales de la […] cultura mediática”.

Fotografía: CHMX

En la misma línea de la resonancia con la actualidad, Andy Warhol. Estrella Oscura se vuelve terriblemente relevante (incluso necesaria), ante el panorama político actual. Julieta González, directora artística del Museo Jumex, calificó de “extraordinariamente oportuna” a esta exposición, sobre todo cuando “los principios mismos que sostienen a la democracia en los Estados Unidos parecen estar bajo amenaza a raíz de los resultados de sus últimas elecciones”. Posiblemente donde sea más notorio este paralelo sea en la excelente selección de piezas de la serie Death and Disaster, que entre muchas cosas, muestra de una forma fría (que no nos deje engañar el color) la silla eléctrica en la que morirían Julius y Ethel Rosenberg, acusados de cometer espionaje para la Unión Soviética.

De esta serie destaca también la fascinación de Warhol por la muerte: accidentes fatales y muertes terribles son reproducidas al grado de cuestionar el sentido de la muerte misma, pero también, para reflejar las obsesiones de una sociedad.

Si hay algo que vale la pena destacar de esta muestra son los archivos de Warhol. A mitad del recorrido es posible ver las fotografías originales de las que surgirían sus obras más famosas, así como sus anotaciones, hechas a lápiz y vemos a Warhol mismo a través de su caligrafía.

En la penúltima sala se pueden apreciar algunos de los trabajos cinematográficos que Warhol produjo en su Factory: pruebas de cámara y grabaciones que a través de su sencillez elevan características muchas veces imperceptibles, una belleza particular, numerada. Bob Dylan, Edie Sedgwick, Allen Ginsberg, Marcel Duchamp, todos pasan por la mirada fija de la cámara de Warhol. De igual manera, ésta sirve como oportunidad para ver en un formato único los filmes experimentales del artista: Sleep, Empire, Kiss, Eat y Blow Job.

 

Fotografía: CHMX

Por último, y a ritmo de la Velvet Underground y Nico, será posible tener una probada de ese futuro plateado que era para Warhol The Factory, a través de una serie de fotografías del día a día de este caldo de cultivo creativo, y de una pequeña sala en la que nos despedimos de esta estrella oscura jugando con sus nubes plateadas.

 

La estrella será oscura, pero la sensación final es una dicha que poco a poco iremos perdiendo en el inevitable camino de la nostalgia.

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