Con el nombre del último gran tlatoani, la Cuauhtémoc se impone. “El águila que descendió” se posó en una de las zonas más céntricas de la Ciudad de México, que ayudó al inicio de su expansión a finales del siglo XIX. Viejas haciendas y sembradíos darían paso a fastuosas residencias y con el paso del tiempo, a comercios y grandes edificios de departamentos.

Hoy en día es una zona fuerte, como el hombre tras el que la bautizaron. Con sus calles con nombres de ríos (como dato curioso, de Norte a Sur son ríos famosos del mundo, mientras que de Este a Oeste son nacionales), resulta muy fácil fluir en ella.

Cafés, restaurantes con comida de todas partes del mundo (desde las delicias japonesas de Hiyoko hasta el increiíble Rincón Libanés), bares, lugar para ejercitarse, en pleno 2018 la Cuauhtémoc está más viva que nunca y tiene todo lo necesario para quien quisiera ser parte de esa vida. Descubrelo aquí.

Conchas, galletas, croissants, panquesitos, pan relleno y más es lo que puedes encontrar en Cinco y Dos, un pequeño local acristalado que siempre anuncia el pan que están horneando ese día.

En Cinco y Dos la atención está en absolutamente todos los detalles: desde los ingredientes con los que preparan cada pieza –que siempre son naturales y sin conservadores– hasta la presentación y por supuesto, el sabor, que es simplemente un abrazo hecho pan.

Por el puro placer de la pizza

De ambiente sutil, decoración industrial dentro de una vieja casona en la colonia Cuauhtémoc y un dejo bohemio con sus miles de velas que iluminan las mesas y el local entero, Balboa es un deleite visual y culinario al mismo tiempo.

Con una oferta amplia, sencilla y clásica de pizzas, pasta y ensaladas, Balboa vuelca su creatividad y amor por la comida italiana al preparar este menú con diversos ingredientes y cocción en horno de leña, siempre teniendo en mente los gustos variados de sus clientes y dándoles una pizza que no probarán en otro lugar.

Aquí podrás ordenar desde las pizzas clásicas como la Margarita, la Napolitana o la Hawaiiana, hasta las creaciones del lugar como la Chickana, la Sylvester (que seguramente estará vinculada con el nombre del lugar), la Mr. Creed o la Dominguera.

Todos son bienvenidos

Cafeterías y tiendas de café hay muchas, pero entre todas ellas siempre existirá una a la que siempre volverás. Cucurucho es esa cafetería, que existe desde 1977 en la Cuauhtémoc, y aunque ha cambiado con los años (incluido su nombre) sigue conservando ese aire de añoranza y nostalgia, y sobre todo, su calidad.

Con acabados en color blanco y negro, Cucurucho nunca te servirá un simple americano de la máquina de café, sino que cada taza lleva una preparación única con cucuruchos de papel, para filtrar y capturar el aroma y sabor de granos traídos directamente de Chiapas y Oaxaca. Aquí, el amor y la dedicación se sienten en cada taza.

Ya sea que vayas por la mañana antes del trabajo o a pasar una tarde tranquila, Cucurucho siempre tendrá algo bueno para ti y es que con un lema como “la confianza se hace más grande”, podemos estar seguros que así será siempre.