La Zaranda Miravalle

Un oasis en medio de la ciudad

La Zaranda Miravalle
Foto: Rene Enríquez/CHMX

Aún las grandes ciudades tienen pequeños oasis. Y en épocas como ésta, no es necesario salir de viaje para vivir la experiencia de comer en una playa. O más específicamente, en la de la isla de Mexcaltitlán de Uribe, en Nayarit, de donde toma inspiración La Zaranda Miravalle.

Su nombre viene de una de las técnicas de cocción más antiguas de la cocina y de orgullosas raíces mexicanas: el zarandeado. Los alimentos se quitan y se mueven por las brasas del carbón para que tengan un sabor mucho más natural, y además, para que tengan el toque de la comida hecha a mano, con mucho sabor.

 

Con su terraza justo frente a la Fuente de Cibeles, la Zaranda se convierte en el lugar ideal para comer en medio del calor primaveral y sobre todo, para el que es uno de sus principales objetivos: compartir.

Sus porciones generosas, de platillos de mar y tierra, son ideales para una tarde o noche con los amigos, en donde su sabor tropical inevitablemente te transportará. Como salir de vacaciones sin dejar la ciudad.

Esta experiencia es posible también gracias a su servicio: siempre amable y haciéndote sentir en confianza.

¿Los imperdibles? Comienza con unas Alitas de Pulpo (cortes de tentáculo de pulpo ligeramente rebosados que van con una salsa preparada en casa, resultado de una mezcla de chiles secos y acompañados de un dip de queso azul); síguelas con unos Camarones Zarandeados (abiertos en corte mariposa, con un mojo especial y la cabeza y cola del camarón conservando el ahumado especial).

También están sus imperdibles tacos (todos, con tortillas hechas a mano): pueden ser de Cecina, de Macisa de Marlin con Chicharrón (ahumado y sazonado con cebolla, con agucate y chicharrón de cerdo) y de camarón Rosarito (camarón rebosado en tempura, con mayonesa de chipotle, col morada y guacamole).

Para cerrar, el postre especial de la casa: un Mousse de Chocolate Abuelita, que tal y como el nombre lo indica, te dará el comfort que esta clásica bebida mexicana brinda.

Y por supuesto, la sensación de playa no sería posible sin unos buenos tragos: ya sea desde la clásica cerveza michelada, hasta tragos diseñados por los mixólogos de Zaranda, como El viejo Mule, hecho con Mezcal Unión Viejo, infusionado con tomillo, un toque de cerveza de jengibre, agua mineral y ginger ale. Más refrescante no se puede.

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